Vengo de comulgar y estoy en éxtasis
Los hombres fortachones de mi pasado volvieron a mi vida para ayudar a mudarme. Ahora puedo comenzar mi ayuno. En primera porque no tengo estufa. En segunda porque si no no voy a ver marcianos, dijo mi venerado guía. No sólo de televisión viven las secretarias, también de carne. Oh, Padre bendito ayúdame para la fortaleza que no siento cuando Memo carga ese librero hasta mi departamento. Madre Universal, no dejes que la tentanción, que la compasión por mi tele arrumbada en casa vieja me haga volver por ella para ver si gana o pierde Fabiruchis. Así sea, querido diario.
Adiós telenovela
Casi todo es felicidad en mi vida. He conseguido algo más decente que esta cueva donde me congelaba de soledades (ya no leeré más a José Homero, me estoy volviendo igual de ñoña). A lo que voy es que tengo nuevo departamento. Una vida nueva.
Mi guía espiritual me ha dicho que basta con observar qué parte del alma alimenta cada quién y con qué para comenzar a conocerlo. También me pidió, si deverás quería ver marcianos, que abandonara la televisión en mi casa vieja. Pero si la parte de mi alma que más alimento corresponde a la televisión (qué sacrificio espiritual me está pidiendo ese semidios!!!) así que el drama comenzará cuando me sienta despojada de la mitad de mi ser. Cómo extrañaré a la minibigvero. Mi fe es tan grande que no me importa perderme el final de big brother (en tus manos pongo al Burro Vanranquin, Madre Universal). Me adaptaré a mi nueva vida con resignación de monja, alejada de las telenovelas (snif). Ahora a ver qué hago con esa media alma, San juditas, échale un comunicado a los extraterrestres, porque yo sé que si me enamoro por primera vez, no podría ser de alguien de este cochino mundo.
Bienvenidos, marcianos
Ahora sí, llegaron los marcianos, eso presagia la hora de la hora. Yo creo fervientemente en que López Dóriga es el nuevo profeta de la generación que nos abrazará, de la raza cósmica.
Todos somos uno, ya lo dijo mi guía. Y yo, que tantas veces fui al rancho de Doña Soco a ver si aparecían esos platillos voladores, pero como todavía soy una pecadora nunca los vi. Nada, Doña Soco dice que llegaban por ahí y tenían seciones con varios videntes en camionetas a quienes habían contactado telepaticamente. A mi parecer algún misterio bendito está moviendo esos hilos. Algo intercambiaban los marcianos con esos hombres santos de Lobos y Suburbans.
Gracias Padre Bendito, San Juditas, intercede para que también vengan por mí. Ay de todos los ciegos que no comprendan que Mausan siempre ha tenido la razón (y las antenitas, ay de aquellos que apartir de hoy no vean con los ojos del alma. ¿ocuparán secretaria esos gueyes?
Bienvenidos sean nuestros hermanos de otras galaxias (ya saben que estoy a favor de la diversidad sexual).
Arcoiris para todos.
¿habrá hongos en otras galaxias?
máquina contra pretendejo
Llueve mientras hago pira con las interminables cartas de mis pretendejos (de hace quince años), ay, el cuarto de la remembra era un desmadre. Puro polvo, nada de carne fresca, bueno, ni una florecilla. En la tarde iré a los viveros después de lavar mis cuarzos y encender el incienso que dijo mi guía, para qué, todos esas palabras estúpidamente curiss escritas por jovenzuelos primaverales de hace siglos sigan su curso hacia el centro de la tierra mojada. Uy, neta que la poesía me funciona.
Correspondí en aquella época a uno o dos que fueron tan brutos como para pensar que mi destino no era la máquina de escribir bajo la orden de algún pillo amante de la lana lujuriosa. Qué tiernos, creyeron que yo debía estar a su lado arrullando bebitos y alimentando egos más grandes que el de mi adorable abogado protector, y además de gratis y sin teléfono.
Basta, junto con eso también se van mis best sellers (que algún día me dió por leer) porquerías como "las caricarturas me hacen llorar" -ay, sí... qué malote-. O Lodo.... no si quiero revolcarme en los suburbios del alma podrida basta con regresar a Molloy... ay qué dulce.
Pero bien lo saben mis ángeles protectores, y mi santa madre universal, no necesito ni de eso... si sigo con mis mantras al rato tampoco necesitaré comer.
Ahora la estantaería dará cupo a los cds de Paulina Rubio y Alejandro Zans que me regalaron en la oficina, junto con las bolsas de imitación chanel que avisan la llegada de un nuevo amor (medio aporreado, pero sin tantas torturas babosas de ese pensar en "para siempre"). Que mi camino es la máquina, y eso lo sabe bien mi padre bendito, y el hermano mayor. Así sea.
Mi paramour
No hablo de estos detalles regularmente, pero esta vez son indispensables. Ay, nada como la primavera, deveras. No me gusta recordar que me encantan las cantinas, eso, en ocaciones perjudica mi trabajo tecleador. Así como a algunas secretarias no les dan trabajo por tener tatuajes a mí luego me hechan bronca por andar bailando en El Charro, ofreciendo dólares. En fin que la noche de anoche fue memorable. Que soy secretaria, nunca ñoña. Eres, la canción era eres.
yo paso por tu puerta casi tolos días
Mi guía tiene razón, basta unicamente con abandonarse a los designios del padre para vivir contenta. Aquí estoy, ya ven, de la miseria al trabajo arduo, al desestresante tecleo en una oficina pequeñita, con un pillo al lado que cada mes da alguna absurda orden. Ya casi me ambiento en la oficina, soy mujer de rituales, por las mañanas preparo el café, apago el conmutador y escucho a Alejandro Sanz, qué tipo. Lástima que los designios del padre no me han unido a él y en este paraíso de la frontera no existe el bombero de mis sueños (el ganado ya está muy visto, caray). En fin, sólo quice compartir contigo mi felicidad, querido diario. Y dar gracias al padre bendito, a san juditas y sobre todo a la santísima madre universal. Voy a retozar, lo siento, así lo quizo el padre.
