La temporada primaveral con que recuerdo mágicamente a los hombres de mi pasado está llegando. San Juditas, dame la fuerza de voluntad para resistirme a los números de teléfono que guardo con celosía. Mmmm? oquéi, los poetas dirían que esa palabra sí existe. Estoy preocupada, querido diario, porque la lujuria ya se me nota en la oficina, no sé para dónde voltear cuando llegan a entregar los garrrafones de agua esos muchachos, mi dios! mándame a ese marciano prometido, que no quiero parecerme a esas secretarias obesas que se masturban por los rincones (y, se dice, que hasta en los elevadores, las pobres) pero, tú sabes que amo la diversidad, así que stoy a punto de intentarlo.
Mi vida se ha tornado tan tormetosa como lo predijo mi tarot maya, me cai. ¿¨Por qué no soy más femenina? que me tiña el cabello y suela vestirme al más actual grito de la moda no me parece suficiente. Hoy vi la tele y la moda no me gustó. ¿por qué no fui hija de Silvia Pinal? yo que Alejandra viajaría a Italia a comprar de todo en vez de andar de cirquera en un escenario populachero, mi dios! Necesito terapia, desde que mi madre no se para por mi casa ya no desahogo mis iras. Y los viajes telepáticos me han agotado el alma. ¿Seré capaz yo, Ichbin, de ir a visitar a mi santa madre querido diario? Alguien tiene que oirme cuando expreso mi triste realidad, soy tan patética que me conmuevo con los poemas de Pepa Homero. Ya he identificado mi situación con las tinieblas, ser artista de Veracruz o ser arrastrada por estos arenales sin que los pecados que milagrosamente me perdonó el padre hayan restado mi calamidad de culpa espiritual por ser una mala mujer ¿qué estoy diciendo, San Juditas? Si apenas ayaer juraba que ya era una santa.
Pamplinas!, diría algún narrador, no he dado un paso más allá de las sombras,¨Pepa, ven a mi rescate, quiero hundirte ese bohemio brindis que dedicas al amor bisexual de tus desvelos. ¿lo dije bien? No me regañes, Diario, querido mío, en alguna parte tengo que practicar, tú mejor que nadie sabe que me encanta dominar mis jovis. Mi verdadera pasión es la maquina mecánica de mi escritorio y la rotunda idea de que algún día seré una administradora de empresa, ella (mi máquina) me acompañará a todas partes (ah, contrataré a un enanito para que la acaricie y la cargue... siiii)
Sé que mi grupo Marciano Trinitario lo desaprobará, pero ayer, antes de partir a mi estruendosa fiesta de pumpleaños decidí hacer mi petición, asunto al que tengo derecho ya que pertenezco a la alta jerarquía que se comunica con ángeles, arcángeles, santo y con el creador mismo (faltaba más, si tengo línea directa) de que me permitiera San Juditas, por decimocuarta ocación rehacer mi vida. Sólo una oportunidad pedí y me consideré escuchada (ya más delante sabré si se me concedió), nada valdrían mis bolsas imitación chanel junto a la colección de discos de Juanes, y todos mis perfumes, si esta vez no vuelvo a enamorarme (a nivel terrenal, por Dios!). Partí con los infalibles puestos a restregarme en la muchedumbre de la Madelón toda la noche, que en martes sólo a mí se me ocurre. Bailé hasta el váguido (que cumplí treinta y dos, nada es como antes) y me posé salivalmente en cada boca que se cruzó por el camino. No me emborraché, esos trotes ya me cansan, pero repartí mis teléfonos (y mis servicios) al por mayor. Ay Madre Universal, no me regañes, que después de tantas alturas a cualquiera se le ocurre un bajón. La cena con los marcianos espero que sea el viernes, que con la noche de ayer me cansé del populacho. El drama entre la diversidad de cuerpos sudados cuando nos corrieron de la discoteque era el mismo, como si compartieramos todos una misma y amarga existencia: ¿por qué Yolet sigue en la Academia, mi Dios? después de blasfemar no me quedó más que tiempo para un regaderazo antes de emprender el camino a este, mi aposento preferido, nada como la maravilla de esta oficina, junto a mi pillo y mi maquinita. Gracias San Miguelito por todas tus complacencias.
Para ayudar a los planes cósmicos y perfectos ya me puse a dieta. Tengo que agarrar cuerpo, Cristo Vencedor!
ME GUSTA LA PLATAFORMA, QUIERO MAS PLATAFORMANada es más confortable que preparse un café mañanero frente a este escritorio, antes de escuchar los buenos días de mi pillo adorable. La vocación es la vocación, sin duda, la oficina es vital para mi corazoncito, estas semanas he puesto en riesgo mi reputación, lo sé, pero un menor de edad es muy difícil de despreciar así nomás y a mis años, que debo admitir mi sexapil pero también percatarme de que Ya no soy mis universo. Las anclas terrenales me empujan al asidero inmediato de esta alfombra, frente a mi máquina de escribir y aquella reluciente copiadora. Debido a que mi amor intergaláctico sólo se comunica telepaticamente, San Juditas, tengo que trascender esa carnalidad que desbordo con algún muchachito, ni hablar. Madre universa, por lo menos me he apartado de las cantinas y las relaciones sado masoquistas, debes omprender que eso es un avance, aunque he vuelto al televisor... soy tan mundana... y lo disfruto tanto. Tenme paciencia Padre Bendito, ¿para qué pusiste todas esas cosas en este mundo?
