Nunca imaginé que un día me arrollaría el exceso de trabajo en esta, regularmente mosquienta, oficina. Caray, cada cliente que visita a mi pillo adorable me parece de ojos irresistibles. La carga de trabajo, aunada a mi difunta vida sexual (muerta de cuerpo, no de alma, no pasen a creer, que sigo siendo la treintona del arcoirís aventureros, igual que mi amiga Pepa Homero)como decía, me han orillado al consumismo más rastrero los fines de semana. He ido tanto a la estétca que mis doradas uñas parecen garfios y el cabello, entre tinte y olvido, no es más que la réplica de mis ídolos Los Temerarios. Eso sí, he comprado ese perfume con mega fijador que se llama Aqua De Gio, con toda la inteción de que me acaricie la mano cada vez que recibe el dinero ese chofer del camión de mis mañanas. No tengo remedio ni para las plegarias que te debo, San Juditas de mi corazón, Diario querido mío, San Miguel... y seres anteplanetarios... se las debo, pero ire derechito a las ruinas nomás para incarme, me cái.
vivo al borde del suicidio, el calor me derrota y he notado que las blusas no se me ven como hace diez años. meditando sobre la pérdida de mi juventud he llegado a veraniega conclusión de que la vida ha sido muy ojete conmigo, querido diario, disculpa la palabra vulgar, que mis andanzas por tantos congales me obliga usarla como reflejo auténtico de mi pasado. la aventura adolescente no me resulto y me doy cuenta ahora, sólo te tengo a ti, máquina querida, te amo sin importarme que también seas mujer. he sido un completo fracaso, mis primeros amantes fueron casi impotentes, y completamente alcohólicos, drogadictos y perdedores. tuve uno más enérgico, pero era golpeador, ay Santísima Madre Universal, qué he hecho yo para merecer tanto martirio. alguna vez tuve una relación seria con un "intelectual" venido a menos porque culpaba a su familia de no haberlo dejado terminar secundaria. mi suegra solía ser una cantinera que tuvo más de siete abortos (perdona la pregunta, Crito vencedorpero) ¿por qué a mí?
es tarde para tomar medidas drásticas con esa debilidad que me provoca el sexo opuesto, sobre todo cuando es chillón, dependiente, histérico y desesperado. Qué gran manera de perder el tiempo, mi Dios, y no hagas el que la virgen te habla,que por haberme prestado a todos esos placeres funestos esperaré mi respectiva recompensa.
